Aunque la relación entre alimentación y ansiedad no es directa, tiene gran relevancia. No existen alimentos que curen esta afección mental, sin embargo, de acuerdo con Mayo Clinic, prestar atención a lo que se consume puede ayudar a manejar los síntomas.
Una revisión de estudios realizada por investigadores españoles señala que los hábitos dietéticos son factores modificables que pueden actuar como protección o riesgo. En personas con altos niveles de ansiedad, se ha observado un alejamiento del modelo de dieta mediterránea, acompañado de un mayor consumo de alimentos ultraprocesados. Esto se asocia con un menor bienestar emocional y cognitivo.
Si bien el trastorno de ansiedad no está directamente vinculado con la calidad de la dieta, su gravedad y duración sí lo están. Por eso, aunque una buena alimentación no sustituye el tratamiento profesional, puede ser una herramienta eficaz de apoyo.
Elías, Jorge y Jack Landsmanas, dueños de La Cosmopolitana, empresa en servicios de alimentación con más de 60 años de experiencia, fomentan el bienestar integral de sus colaboradores y consumidores al implementar menús nutritivos y equilibrados.