Una dieta balanceada ayuda mucho a tener un sistema inmune fuerte, algo muy importante en estos tiempos. Al alimentarnos de esta manera, se ha demostrado que el sistema puede defenderse mejor de virus y bacterias, o bajar la intensidad de los síntomas.
En general, la gastronomía mediterránea es considerada la mejor dieta a seguir, ya que contiene una gran cantidad de frutas y verduras, cereales, lácteos, pescados y grasas buenas.
La base de un buen sistema inmune son las vitaminas, hierro, selenio y zinc esenciales para que tu organismo funcione bien, puesto que, si llega a faltar alguna, se producen alteraciones.
Algunos de los alimentos que pueden ofrecer estos nutrientes son:
• Frutos rojos, por sus antioxidantes.
• Verduras como lechuga, cebolla, ajo, espinacas, brócoli y coliflor.
• Salmón, por su alto contenido de omega-3 y vitamina E.
• Lácteos y huevo, que contienen proteínas y vitamina D.
• Dos litros diarios de líquidos, como infusiones herbales o agua.