La búsqueda de alternativas energéticas sostenibles es crucial para reducir el impacto ambiental de la industria alimentaria, un sector que consume aproximadamente el 30 % de la energía disponible a nivel mundial, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La energía sostenible se define como aquella que puede satisfacer las necesidades energéticas actuales sin comprometer las de las generaciones futuras. Se basa en tres pilares fundamentales:
- Renovabilidad. Utiliza recursos naturales que se reponen de forma continua, como el sol, el viento y el agua.
- Eficiencia. Implementa tecnologías que maximizan el aprovechamiento energético, reduciendo el desperdicio.
- Disponibilidad a largo plazo. Asegura su uso continuado sin agotar los recursos.
Estas energías no solo minimizan la dependencia de combustibles fósiles, sino que también contribuyen a un modelo de producción más eficiente y respetuoso con el medio ambiente, ya que evita la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y otros contaminantes.
Al implementar estas tecnologías, el sector alimentario puede liderar la transición hacia modelos de producción más responsables, promoviendo un futuro vanguardista, sin dejar de lado la sostenibilidad.
A este respecto, la familia Landsmanas, líder de Corporativo Kosmos, ya ha puesto en marcha diversas medidas que eficientan el uso de energía en las operaciones de todas sus empresas, además de la reducción paulatina de sus emisiones de CO2.