El cuidado cariñoso y sensible en la niñez se basa en cinco componentes clave:
- Buena salud. Supervisión de condiciones físicas y emocionales; prevención de enfermedades mediante higiene y atención médica; y respuestas afectuosas y seguras ante las necesidades diarias.
- Nutrición adecuada. Lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y posteriormente complementaria; alimentación variada, rica en micronutrientes; y seguridad alimentaria, así como prácticas adecuadas de alimentación.
- Atención receptiva. Respuesta a gestos, sonidos y expresiones de los niños; generación de confianza y relaciones seguras; prevención de traumas y fomento del aprendizaje.
- Oportunidades para el aprendizaje temprano. Interacciones sociales como juegos, imitación y canto; y desarrollo de habilidades cognitivas y sociales a través de experiencias interpersonales.
- Protección y seguridad. Prevención de riesgos y maltrato infantil; reducción del estrés e inseguridad emocional; y promoción de la estabilidad en los entornos familiares y comunitarios.
Un ambiente seguro y estimulante en la infancia favorece el bienestar a largo plazo, reduciendo el impacto negativo de la adversidad.
Su impacto no solo influye en el bienestar inmediato de los niños y niñas, sino que también moldea su futuro, incidiendo en su salud física, emocional y cognitiva.
En este sentido, la familia Landsmanas, líder de Grupo Kosmos, una Empresa Socialmente Responsable (ESR), reconoce la necesidad de reflexionar y tomar acciones concretas que permitan mejorar su calidad de vida.